El DJ Avicii acaparó las portadas del viernes 22 de abril. Su repentina muerte dejó a los fans y a sus seres queridos en shock y en una incomprensión absoluta.
Avicii tan solo tenía 28 años cuando falleció. Sus padres no han querido dar más detalles sobre las circunstancias de su muerte, pero el músico sueco, que se había convertido en muy poco tiempo en un fenómeno mundial de la música electrónica, ha roto muchos corazones con su muerte. El sueco nos ha dejado el recuerdo del beat de sus canciones Waiting for Love, Wake Me Up o Levels, pero detrás del artista se escondía un hombre con múltiples facetas.
Ironías del destino, Netflix sacaba poco tiempo antes de la muerte de Tim Bergling, su verdadero nombre, el documental Avicii: True Stories, que desvelaba su complicada vida, entre el artista idolatrado y el joven abrumado.
Todo el mundo conocía a Avicii, pero muy poca gente conocía a Tim.
Hablando de Avicii, muchos hablan de que era un genio, pero parece ser que entre la genialidad y el derrumbe solo hay un paso. El éxito acabó por invadir su vida hasta el punto de tener que refugiarse en el alcohol frente a un mundo que giraba a 100 km/h y que le impedía tomarse un respiro. Esto le llevó incluso a retirarse de los escenarios en 2016. Pero también es la oportunidad de ver Avicii en acción, sentir su energía en el escenario y ver las bambalinas cuando trabajaba en sus temas que han traspasado las fronteras. El timing hace que este documental sea un homenaje a la estrella de la música electrónica.